La mariposa
isabelina (Graellsia isabelae)
es uno de los lepidópteros más grandes, bellos y
espectaculares de la fauna europea. Actualmente
se la denomina Actias isabellae.
Fue descubierta
por el médico y catedrático de Zoología del museo de Ciencias
Naturales, Mariano Graells en 1849.
Es
una mariposa bastante grande (8
a 9 cm),
nocturna, que vuela en los meses de
mayo y junio. Se alimentan de las acículas de algunas especies de pino en la Sierra de Guadarrama y en algunos enclaves
de los Pirineos,
del Sistema Ibérico y de las Sierras de
Cazorla y Segura.
Está considerada como un endemismo
de España (no se encuentra de forma natural en ninguna otra parte del mundo. Sólo
es posible encontrarla en habitats naturales en nuestro país). En Francia se
han encontrado pequeñas poblaciones en las montañas del Jura y en los Alpes
Occidentales que se atribuyen a repoblaciones con ejemplares procedentes de
España.
CONTROVERSIA SOBRE LA PATERNIDAD DEL
DESCUBRIMIENTO DE LA ISABELA:
En el verano de 1849, en
los pinares de Peguerinos (Ávila), cerca de El Escorial, Mariano Graells
encontró un ejemplar hembra de una especie de mariposa desconocida hasta
entonces.
Con el fin de que ningún
entomólogo se le adelantara, y aunque sólo tenía un ejemplar del sexo femenino (el
macho tardaría cuatro años en ser descubierto), la nueva especie fue descrita (en
latín como era costumbre) ese mismo año por Graells en la revista “Annals de la Societé Entomologique
de France”, eliminando de los dibujos preceptivos –para no dar pistas- las
acículas de los pinos y sin especificar la zona de captura.
Posteriormente en 1852,
publica la descripción en castellano dedicándole el descubrimiento y el nombre
(isabelae) a la reina Isabel II.
Diversos autores citan la
anécdota de que la
reina Isabel II de Borbón llegó a lucir en un baile de palacio,
un ejemplar de esta mariposa convenientemente montado en un collar de
esmeraldas.
En 1855 publica la
descripción del macho, indicando –ahora sí- que el ejemplar fue capturado “en
la Sierra de Madrid, en el mes de mayo”.
El inesperado hallazgo
causó un gran revuelo científico de la época.
Comenzaron los ataques
despiadados contra Graells y su mariposa con todo tipo de argumentaciones. Tuvo
en su contra la omisión de la zona de captura y de la planta nutricia.
Algunos entomólogos
franceses, que conocía nuestra fauna, pusieron en duda la procedencia española de
la mariposa.
En 1922, la especie
aparece por primera vez fuera de España, concretamente en Francia, siendo
descrita por uno de los principales detractores de Graells, el entomólogo
francés Charles Oberthür, denominándola Graellsia galliaegloria (Graellsia
¡gloria de la Galia!), como si se tratara de una especie diferente.
Se desató entonces una nueva
polémica entre los científicos de ambos países. No obstante, en círculos
internacionales neutrales, llamó la atención que el hallazgo se produjera en
Francia, un país en el que la fauna de insectos se conocía mucho mejor que en
España, y las dudas que hubo años atrás sobre la Graellsia española se volvieron
contra la “especie” francesa.
Finalmente se acepta como
descubridor de la especie a Graells, si bien se le ha dado la nueva
denominación de Actias, y su apellido ha
pasado a ser isabellae (no isabelae), con lo que se ha perdido la
dedicatoria a la reina Isabel II.
Se mantiene alguna reticencia francesa que defiende que sus poblaciones de
Graellsia constituyen una subespecie
diferente a la española.
A pesar de que
científicamente se ha adoptado la nueva denominación de Actias, la comunicación de tipo divulgativo sigue utilizando la
antigua de Graellsia. Por lo que respecta al nombre de la especie, en
general en España se mantiene –con algunas excepciones- el de isabelae, mientras que en Francia se emplea
el de isabellae.
LALIQUE:
René Lalique
(1860 -1945) fue un vidriero y joyero
francés reconocido como uno de los más importantes
diseñadores de joyas de Art Nouveau y padre de la joyería moderna.
Comenzó
trabajando para los joyeros franceses Cartier, Boucheron y otros. Posteriormente abrió su propio negocio y diseñó sus propias joyas y
trabajos de vidrio. Llegó hasta diseñar radiadores de coches de lujo, decorar trenes como el Orient-Express, o
barcos como el Normandie.
Introdujo en la joyería materiales hasta el momento
poco utilizados, como el marfil, las
astas de animales, las piedras semipreciosas, el esmalte y por supuesto el
vidrio, combinándolos con el oro y las piedras preciosas.
Las
figuras femeninas asociadas a insectos como libélulas y mariposas, se
convertirían en un tema recurrente en la joyería Art Nouveau,
y René Lalique fue un claro seguidor de esta temática, convertiéndose en un
distintivo de su joyería.
Una
de las composiciones que se hicieron más populares fueron las llamadas mujeres- mariposa, como símbolo de la mujer voluble que va de “flor en flor”.
Fueron
muchos los artistas que representaron de manera brillante, esta alegoría.
La “Mujer mariposa” de Lalique y la Graellsia isabelae
Lalique,
gran observador de la naturaleza, nos dejó algunos ejemplares de “Mujer
mariposa” en vidrieras y por supuesto en joyas.
Una
de las piezas más conocidas de la que es autor, y que aparece más abajo,
representa una mariposa de grandes colas, con las nerviaciones alares
perfectamente definidas y cuatro ocelos.
El
parecido con la Graellsia es
indiscutible. La fecha aproximada de su elaboración también viene a coincidir
con la polémica surgida entre los entomólogos franceses y españoles sobre la
paternidad de su descubrimiento, y la
clasificación que se hizo en Francia como galliaegloria.
Incluso
cabe la posibilidad de que Lalique conociera lo que se comentaba de que la reina Isabel II había lucido un ejemplar de esta mariposa
como un colgante, y que ello le hubiera dado la idea de reproducirla en una
verdadera joya.
No conocemos que se haya
analizado, ni en Francia ni en España esta posibilidad que comentamos.
Quede pues lo expuesto
como una sugerencia para estudios más profesionales. Nuestra Graellsia, “joya” de la entomología española se lo
merece.
Muy interesante
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