¿Estas interesado en conocer las representaciones que, a lo largo de la historia, se han hecho de los insectos en las diferentes formas de arte: pintura, escultura, arquitectura, cine, publicidad, etc?. Aquí podrás ir viendo algunos ejemplos.

El Autor: Juan de Benito Dorrego

juandebenito@telefonica.net


jueves, 20 de febrero de 2014

LA MARIPOSA “ISABELINA” (Graellsia isabelae), ¿MODELO PARA UNA DE LAS “MUJERES - MARIPOSA” DE LALIQUE?.




La mariposa isabelina (Graellsia isabelae) es uno de los lepidópteros más grandes, bellos y espectaculares de la fauna europea. Actualmente se la denomina Actias isabellae.

Fue  descubierta por el médico y catedrático de Zoología del museo de Ciencias Naturales, Mariano Graells en 1849.

Es una mariposa bastante grande (8 a 9 cm), nocturna, que vuela en los meses de mayo y junio. Se alimentan de las acículas de algunas especies de pino en la Sierra de Guadarrama y en algunos enclaves de los Pirineos, del Sistema Ibérico y de las Sierras de Cazorla y Segura.

Está considerada como un endemismo de España (no se encuentra de forma natural en ninguna otra parte del mundo. Sólo es posible encontrarla en habitats naturales en nuestro país). En Francia se han encontrado pequeñas poblaciones en las montañas del Jura y en los Alpes Occidentales que se atribuyen a repoblaciones con ejemplares procedentes de España.



 
CONTROVERSIA SOBRE LA PATERNIDAD DEL DESCUBRIMIENTO DE LA ISABELA:

En el verano de 1849, en los pinares de Peguerinos (Ávila), cerca de El Escorial, Mariano Graells encontró un ejemplar hembra de una especie de mariposa desconocida hasta entonces.


Con el fin de que ningún entomólogo se le adelantara, y aunque sólo tenía un ejemplar del sexo femenino (el macho tardaría cuatro años en ser descubierto), la nueva especie fue descrita (en latín como era costumbre) ese mismo año por Graells en la revista “Annals de la Societé Entomologique de France”, eliminando de los dibujos preceptivos –para no dar pistas- las acículas de los pinos y sin especificar la zona de captura.

Posteriormente en 1852, publica la descripción en castellano dedicándole el descubrimiento y el nombre (isabelae) a la reina Isabel II.


Diversos autores citan la anécdota de que la reina Isabel II de Borbón llegó a lucir en un baile de palacio, un ejemplar de esta mariposa convenientemente montado en un collar de esmeraldas.


En 1855 publica la descripción del macho, indicando –ahora sí- que el ejemplar fue capturado “en la Sierra de Madrid, en el mes de mayo”.

El inesperado hallazgo causó un gran revuelo científico de la época.

Comenzaron los ataques despiadados contra Graells y su mariposa con todo tipo de argumentaciones. Tuvo en su contra la omisión de la zona de captura y de la planta nutricia.
 
Algunos entomólogos franceses, que conocía nuestra fauna, pusieron en duda la procedencia española de la mariposa.

En 1922, la especie aparece por primera vez fuera de España, concretamente en Francia, siendo descrita por uno de los principales detractores de Graells, el entomólogo francés Charles Oberthür, denominándola Graellsia galliaegloria (Graellsia ¡gloria de la Galia!), como si se tratara de una especie diferente.

Se desató entonces una nueva polémica entre los científicos de ambos países. No obstante, en círculos internacionales neutrales, llamó la atención que el hallazgo se produjera en Francia, un país en el que la fauna de insectos se conocía mucho mejor que en España, y las dudas que hubo años atrás sobre la Graellsia española se volvieron contra la “especie” francesa.

Finalmente se acepta como descubridor de la especie a Graells, si bien se le ha dado la nueva denominación de Actias, y su apellido ha pasado a ser isabellae (no isabelae), con lo que se ha perdido la dedicatoria a la reina Isabel II. Se mantiene alguna reticencia francesa que defiende que sus poblaciones de Graellsia constituyen una subespecie diferente a la española.

A pesar de que científicamente se ha adoptado la nueva denominación de Actias, la comunicación de tipo divulgativo sigue utilizando la antigua de Graellsia. Por  lo que respecta al nombre de la especie, en general en España se mantiene –con algunas excepciones- el de isabelae, mientras que en Francia se emplea el de isabellae.


 
LALIQUE:
René Lalique (1860 -1945) fue un vidriero y joyero francés reconocido como uno de los más importantes diseñadores de joyas de Art Nouveau y padre de la joyería moderna.

Comenzó trabajando para los joyeros franceses Cartier, Boucheron y otros. Posteriormente abrió su propio negocio y diseñó sus propias joyas y trabajos de vidrio. Llegó hasta diseñar radiadores de coches de lujo, decorar trenes como el Orient-Express, o barcos como el Normandie.

Introdujo en la joyería materiales hasta el momento poco utilizados, como el  marfil, las astas de animales, las piedras semipreciosas, el esmalte y por supuesto el vidrio, combinándolos con el oro y las piedras preciosas. 

Las figuras femeninas asociadas a insectos como libélulas y mariposas, se convertirían en un tema recurrente en la joyería Art Nouveau, y René Lalique fue un claro seguidor de esta temática, convertiéndose en un distintivo de su joyería. 


 Una de las composiciones que se hicieron más populares fueron las llamadas mujeres- mariposa, como símbolo de la mujer voluble que va de “flor en flor”.

Fueron muchos los artistas que representaron de manera brillante, esta alegoría.




La “Mujer mariposa” de Lalique y la Graellsia isabelae


Lalique, gran observador de la naturaleza, nos dejó algunos ejemplares de “Mujer mariposa” en vidrieras y por supuesto en joyas.

Una de las piezas más conocidas de la que es autor, y que aparece más abajo, representa una mariposa de grandes colas, con las nerviaciones alares perfectamente definidas y cuatro ocelos.

El parecido con la Graellsia es indiscutible. La fecha aproximada de su elaboración también viene a coincidir con la polémica surgida entre los entomólogos franceses y españoles sobre la paternidad de su descubrimiento, y la  clasificación que se hizo en Francia como galliaegloria.

Incluso cabe la posibilidad de que Lalique conociera lo que se comentaba de que la reina Isabel II había lucido un ejemplar de esta mariposa como un colgante, y que ello le hubiera dado la idea de reproducirla en una verdadera joya.

No conocemos que se haya analizado, ni en Francia ni en España esta posibilidad que comentamos.

Quede pues lo expuesto como una sugerencia para estudios más profesionales. Nuestra Graellsia, “joya” de la entomología española se lo merece.






 


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