¿Estas interesado en conocer las representaciones que, a lo largo de la historia, se han hecho de los insectos en las diferentes formas de arte: pintura, escultura, arquitectura, cine, publicidad, etc?. Aquí podrás ir viendo algunos ejemplos.

El Autor: Juan de Benito Dorrego

juandebenito@telefonica.net


martes, 19 de noviembre de 2013

ABEJAS IMPERIALES. El símbolo de la etapa Napoleónica

 
                     ABEJAS IMPERIALES                             

   El símbolo de la etapa Napoleónica

 
ANTECEDENTES

La abeja es el símbolo más antiguo de la realeza francesa que se conoce. Childerico I, rey de los francos y fundador de la dinastía merovingia, decoró su tumba con abejas.

Es el símbolo de la inmortalidad y la resurrección, del trabajo y hasta del matriarcado, pues todos giran en torno a la abeja reina.

En 1653, en tiempos de Luis XIV, se descubrió en Tournai (Bélgica) la tumba de Childerico I. 
Junto con los esqueletos de su caballo y de su paje, sus armas, y su ajuar funerario, se encontraron unas pequeñas abejas de oro con las alas adornadas con piedras rojas, que fueron enviados al rey para formar parte de la colección real.  

Todo ello se describe en la obra de Abbe Cochet ("La tumba 
de Childerico I°, rey de los francos", 1859), y sobre todo, en el inventario del anticuario médico Jacques Chiflet hecho in situ al día siguiente, el 28 de mayo 1653. En el da cuenta de que entre los objetos encontrados, aparece un anillo con sello real, que permitió identificar y autentificar inmediatamente la tumba. Dice Chiflet:  
“Esta tumba no es otra que la del rey Chidéric I°, rey de los francos (458-481), hijo del legendario Mérovée y padre de Clovis y lo demuestra el sello real aquí encontrado".

De las 300 abejas que contenía la tumba, en la actualidad,tras un robo ocurrido en 1831, solo se conservan dos.

Estas dos abejas son de oro con incrustaciones de granates y esmalte, trabajo característico del arte industrial merovingio.

En realidad se trata de dos piezas diferentes, y lo que no se sabe es, qué proporción de unas y otras existieron.

Una de las abejas tiene el cuerpo labrado con rayas cruzadas y los ojos con incrustaciones de cristal de granate. La otra es más simple, con el tórax liso y los ojos ausentes.

Ambos ejemplares sugieren que las abejas del primer tipo pudieron adornar el manto ceremonial de Childerico, mientras que el segundo tipo podrían haber estado colocadas en el arnés del caballo real.

Diversas excavaciones en otros lugares merovingios han sacado a la luz figuras en bronce plateado con dibujos, que se  consideran relacionadas con las abejas de Childerico
 
 
En Córcega hay una leyenda según la cual, en el momento del nacimiento del emperador Napoleón Iº, un enjambre de abejas se arremolinó alrededor de la ventana de la habitación. La reina entró y revoloteó un momento sobre el futuro emperador. Este acto, se entendió como una señal de predestinación de que el recién nacido dirigiría una nación. (De la Encyclopedie de la Langue Francaise).

Cuando se decidió el nombramiento de Napoleón como emperador, se constituyó una comisión para elegir el emblema imperial: una opción era el gallo, pero finalmente acabaron inclinándose por el águila unicéfala.

Napoleón por su parte, reclamó un símbolo personal; “algo con arraigo en el pasado” que no tuviera  ninguna relación con los reyes Borbones y que pudiera identificarlo con la monarquía francesa que reinó en Francia desde 987, y con la cultura greco-romana. Él en persona eligió la abeja.

En la sala del trono de las Tullerías, había abejas en la alfombra, en las tapicerías y en los muebles. 

Cuando fue deportado a la isla de Elba (región de la Toscana italiana), con el título de Emperador y soberano de la isla, diseñó una bandera con una diagonal roja sobre fondo de plata, agregándole tres abejas doradas. 

El  día de la investidura como Emperador, Napoleón vestía sobre sus hombros una capa púrpura revestida con armiño ruso y abejas de oro.

Los objetos de uso personal estaban igualmente adornados o decorados con abejas.

 
NAPOLEÓN EMPERADOR

Era el año de 1799. El 18 Brumario (según la nomenclatura republicana del calendario: el 9 de noviembre), Napoleón organizó un golpe de estado y disolvió la Asamblea Legislativa del Consejo de los Quinientos, de la que era su presidente e instauró el Consulado: un gobierno provisional compartido en teoría por tres titulares, aunque en realidad, fue una dictadura personal absoluta, reconocida por la Constitución napoleónica del año 1800.

Napoleón no se contentó con la duración de su mandato establecido en diez años, y  en 1802 lo convirtió en vitalicio.

La fuerte oposición a su gobierno desde los más variados sectores fue desmantelada a raíz de varios fallidos atentados contra su persona, mediante drásticas represiones.  

Con la esperanza de consolidar su puesto, Fouché (entonces a cargo de la Policía) sugirió a Bonaparte que la mejor forma de apaciguar las conspiraciones sería transformar el consulado vitalicio en un imperio hereditario, lo cual, dado que previsiblemente tendría herederos, quitaría toda esperanza de cambiar el régimen, asesinándole.

Finalmente, después de muchas intrigas, el Senado le ofreció, en marzo de1804, la corona imperial. Bonaparte acepta, y en mayo de 1804 se proclama emperador.

 
LA CORONACIÓN DE NAPOLEÓN I Y JOSEFINA SEGÚN DAVID

Para tan señalada efeméride se diseñó una pomposa ceremonia que se celebró en la catedral de Notre Dame de París el 2 de diciembre de 1804.

Esta ceremonia es el motivo de un gigantesco lienzo de 629 x 979 cm que se conserva en el Museo del Louvre, y del que existe una réplica en el Palacio de Versalles: "La coronación de Napoleón y su esposa Josefina", realizado por Jacques Louis David (1748 -1825).

La obra fue encargada por Napoleón a David antes de la Coronación, aunque, lógicamente, lo inicia con posterioridad y lo finaliza en 1807.



El tema central de la escena es la corona que Napoleón está a punto de  colocar sobre la cabeza de Josefina. Hacia ese punto se dirige la mirada de todos los asistentes a la ceremonia y…. de manera automática, la mirada de quien observa el cuadro. 

 
Napoleón aparece ya coronado -por si mismo-, con una corona de laurel a semejanza de los emperadores romanos.
 
El pintor no se limitó a recoger la ceremonia propiamente dicha, sino que incluye en el cuadro más de doscientos retratos individuales de embajadores y representantes de otros países, algunas personalidades de la administración napoleónica y de las principales ciudades, compañeros de armas, familiares, e incluso al papa Pío VII, invitado como simple testigo a la ceremonia, rodeado por numerosos eclesiásticos.

El manto imperial púrpura que se utilizó en la coronación, medía 22 m2 y pesaba 40 kgs., y estaba repujado con abejas de oro y bordado con ramas de olivo, de laurel, y de roble.

Josefina luce diadema y espectaculares joyas de diamantes y lleva un gran manto de terciopelo rojo forrado de armiño y salpicado también de abejas.

ICONOGRAFÍA DE NAPOLEÓN I EMPERADOR



EL ESTILO IMPERIO


Toma su nombre del periodo de gobierno deNapoleón I, conocido como Primer Imperio, en el inicio del siglo XIX, cuando se construyen en París grandiosas obras neoclásicas como el Arco del Triunfo, la Columna Vendôme o la Iglesia de la Madeleine, para emular los famosos edificios de la Roma Imperial.

Igualmente todas las artes, la decoración de interiores, el mobiliario y hasta la moda femenina, se ven influenciados por el espíritu neoclásico. 



   
HERÁLDICA

Durante el Primer Imperio, 29 grandes ciudades francesas, entre las que se encontaban; Amiens, Burdeos, Caen, Clermont-Ferrand, Dijon, Grenoble, La Rochelle, Lille, Marsella, Montpellier, Nancy, Nantes, Niza, Orléans, Paris, Reims, Strasburgo, Toulouse, Tours o Versalles, junto con otras 9 ciudades extranjeras (por ejemplo; Amberes, Bruselas o Liborno) fueron reconocidas como “Bonnes villes”, con el rango de "Duchesses", por haber enviado una representación oficial a la coronación del Emperador.

Ello comportaba el derecho –y la obligación- de incluir en su escudo, un “campo de gules con tres abejas de oro”, para expresar la obediencia que los pueblos deben rendir a su emperador.

                                Amberes           Bruselas           Caen     

                                            
                                Liborno           Marsella              Niza           

 
Curiosamente, en la actualidad, algunas de esas “premiadas” ciudades han sustituido las abejas por la flor de lis de los Borbones.
                                                         Paris         
                           Bourges                                    La Rochelle   



Ya hemos comentado como durante su primer exilio como rey de la isla de Elba, Napoléon instituyó como símbolo de ese territorio, una bandera con una diagonal roja sobre fondo de plata, en la que aparecen tres abejas doradas

 

LA FAMILIA BONAPARTE

Originalmente de apellido Buonaparte, la familia procedía de Córcega.

Napoleón para asegurar el control sin sobresaltos de los países conquistados colocó a sus hermanos en puestos clave como reyes o virreyes: José en España, Jerónimo en Westfalia, Luis en Holanda y Carolina, esposa de Murat en Nápoles.

Pero todos ellos resultaron muy mediocres, obligándole a intervenir con frecuencia para arreglar sus errores y desaguisados.

· José Bonaparte, primero rey deNápoles (1806 - 1808) y después rey de España (1808 - 1813), era el primogénito de la familia.

Cuando vino a España contaba cuarenta años. Su llegada a Madrid ocurrió en plena Guerra de la Independencia, tras la sublevación popular del 2 de mayo de 1808 contra las tropas napoleónicas.

Era uno de los Borbones más inteligentes, con apariencia bondadosa y paternal, pero mujeriego y con ansias de saquear los tesoros españoles. Es sabido que una de las causas de su decisiva derrota en Vitoria, tras su anterior derrota en la Batalla de Arapiles, fue el enorme botín que arrastraba el ejército napoleónico, entre otras cosas, con joyas de la corona española y obras de arte.

Los españoles se mofaban de el, acusándolo –injustamente- de borracho (Pepe Botella) y, –justamente- de mujeriego (“La señora condesa tiene un tintero donde moja la pluma José Primero”. Coplilla popular).

Aunque con poca asiduidad, por ser un atributo personal de su hermano el Emperador, también utilizó el símbolo de la abeja.

 · Napoleón III. Carlos Luis Napoleón Bonaparte (1808 - 1873) fue el primer presidente de la Segunda República Francesa y luego emperador, siendo el último monarca  que reinó en ese país.

Sobrino de Napoleón I, se hace heredero de los derechos sucesorios a la muerte de su hermano mayor y de Napoleón II cuando todavía era un muchacho.

Profundo admirador de su tío, adoptó un escudo practicamente identico al de Napoleón I y una bandera adornada con abejas de oro.

 · Josefina de Beauharnais (Josefina Bonaparte). Nació y vivió durante algún tiempo en la Martinica (Antillas Menores). Su primer matrimonio fue con Alexandre de Beauharnais que murió guillotinado. Gracias a sus conexiones sociales conoció a Napoleón con quien estuvo casada durante trece años. Al no poder darle un hijo heredero, aceptó divorciarse para que el emperador pudiera volver a casarse y tener el heredero que tanto ansiaba.

Poco interesada en los asuntos de estado, se hizo famosa, aparte de por su matrimonio con Napoleón, por ser una mujer amante de un lujo que recordaba a las antiguas reinas de Francia, y aficionada a las fiestas, al teatro y a las reuniones públicas. Tuvo –al igual que Napoleón- varios amantes.

Se conservan algunos cuadros en los que aparece luciendo el manto de la coronación adornado de abejas.

 
Y PARA FINALIZAR, …. UNA NOTA ROSA

Eugenia de Montijo (1826 - 1920), nacida en Granada, fue emperatriz consorte de Napoleón III.

Era hija de un oficial español, Cipriano Guzmán Palafox y Portocarrero conde de Teba, afrancesado e incondicional de José I a quien se negó a abandonar a su salida de España, por lo que tuvo que exilarse en Francia con toda su familia.

Amiga de los duques de Alba, se alojó en varias ocasiones en el Palacio de Liria de Madrid (donde murió), y en el Palacio de las Dueñas de Sevilla.

Mujer educada e inteligente, gracias a su belleza y elegancia, contribuyó de forma destacada a la aceptación del Segundo lmperio. Su forma de vestir era alabada e imitada en toda Europa.

En aquella época era habitual que las damas de la alta sociedad, usaran perfumes personalizados y exclusivos.


Pierre-François Pascal Guerlain, fundador de la firma Guerlain, creó para la Emperatriz el “Eau de Cologne Impériale” , convirtiéndose así en el perfumista de su Majestad y proveedor oficial de la corte imperial.

Guerlain
diseñó un frasco de cristal decorado con abejas 
en relieve y pidió autorización a la Emperatriz para comercializar el perfume, a lo que ella accedió.

Esa gran idea supuso el lanzamiento y la fama internacional para la firma Guerlain.





Para rememorar aquel acontecimiento, Guerlain ha diseñado un espectacular frasco-joya al que ha denominado “El secreto de la reina”.


Realizado en diamantes con un peso total de más de 14 quilates montados sobre platino y cristal de roca de Bacarrat, puede utilizarse como broche o como colgante.

Está dotado de un mecanismo interior que al accionarlo, presionando el diamante en forma de pera colocado en el extremo superior de las alas…. ¡estas se abren! desprendiendo el perfume que hay en el interior del frasco.

Lleva grabado el mensaje: “Amar para vivir, vivir para amar”.

Contiene un volumen de perfume de 245 ml y… tiene un precio de ¡30.000 €! lo que lo convierte en el perfume más caro del mundo. El aroma lo elige el cliente, si bien, el básico es el que recrea los olores de los campos de flores en los que liban las abejas.

 
FIN


jueves, 14 de noviembre de 2013

EL MITO DE EROS Y PSIQUE EN EL ARTE. “Psique el alma mariposa”

 

 

 


INTRODUCCIÓN
Los personajes de la mitología greco-romana, sus hazañas, aventuras, venturas y desventuras, o sus pasiones y debilidades, han sido motivo de una ingente cantidad de obras de arte a lo largo de la historia.
Entre ellos, Eros y sobre todo, Psique, han servido de inspiración a pintores y escultores de todas las épocas que han plasmado sus avatares en verdaderas obras maestras.
El mito procede de un extenso relato, que en siglo II d. C., Lucio Apuleyo incluye en su obra Metamorfosis (también conocida como “El asno de oro”), si bien parece que puede tratarse de una adaptación de anteriores narraciones griegas, pues ya se encuentran representaciones de parejas “aladas” en el arte griego. 

 
EL MITO

Apuleyo nos cuenta como Psique, la menor de las tres hijas de un rey, era de una extraordinaria belleza que la hizo famosa entre los hombres, quienes precisamente por ello no se atrevían a solicitar sus favores, y que despertó la envidia –y hasta el odio- de Venus quien envió a su hijo Eros (Cupido) para que mediante sus flechas, la hiciera enamorarse de un hombre “sin dignidad, ni patrimonio, ni salud”.

Sin embargo Eros se enamoró de Psique, y adormecida se la llevó a su palacio donde aparecía cada noche y se amaban, a oscuras para no ser reconocido, prohibiendo a Psique “buscar ni saber el gesto y figura de su marido”.

Como quiera que Psique se sintiera en cierto modo prisionera y echara de menos a sus hermanas, se entrevistó con ellas, no pudiendo darles detalles ciertos sobre la identidad de su marido. Ellas le sugirieron que una noche encendiera una lámpara para así conocer los detalles de su compañero.

Así lo hizo, con tan mala fortuna que al acercarse para observarlo, una gota de aceite hirviendo cayó sobre el cuerpo de Eros, quien herido, increpa a Psique y la abandona.

Psique, desesperada, intenta localizarlo sin éxito, por lo que se decide a solicitar el perdón de Venus rogándole le permita volver con Eros.

Venus le impone cuatro pruebas con la seguridad de que no podría superarlas. Sin embargo Psique encuentra la ayuda de diferentes seres y consigue superar las tres primeras.

El cuarto trabajo consistía en pedir a Proserpina, en los infiernos, “un poco de hermosura” que había de llevarle en una caja que “en ninguna manera cures de abrir”
Sin embargo, presa de curiosidad y de deseo por ser todavía más bella a los ojos de Eros, abre la caja lo que le provoca caer en un sueño eterno.

Recuperado Eros de sus heridas y habiendo perdonado a Psique, corre en su ayuda, la toca con una de sus flechas que la despierta y ruega a su padre Júpiter y a su madre Venus, el perdón para Psique. Conseguido este, Júpiter ordena el matrimonio de la pareja y convierte a Psique en inmortal.


PSIQUE: EL ALMA MARIPOSA

En griego, la palabra ψυχή (psyché) tenía una doble acepción: por una parte significaba soplo, aliento, fuerza, alma, y por otro lado significaba mariposa.

Los seres vivos tienen cuerpo (soma) y psyché, pero cuando mueren, la psyché salía del cuerpo “en forma de mariposa”.

La mariposa es bella, pero frágil y perecedera, y es fácilmente atraída por engañosos reclamos: flores, luz, etc.

De ahí que el propio nombre de nuestra protagonista y su habitual representación iconográfica con alas de mariposa sea una fiel imagen de la “personalidad” de Psique.

 
 PUESTA EN ESCENA SIGUIENDO EL TEXTO DE APULEYO

“Y luego Venus llamó a Cupido, aquel su hijo con alas, que es asaz temerario y osado; el cual, con sus malas costumbres, menospreciada la autoridad pública, armado con saetas y llamas de amor, discurriendo de noche por las casas ajenas, corrompe los casamientos de todos y sin pena ninguna comete tantas maldades que cosa buena no hace. A éste, como quiera que de su propia natura él sea desvergonzado, pedigüeño y destruidor, pero de más de esto ella le encendió más con sus palabras y llevolo a aquella ciudad donde estaba esta doncella, que se llamaba Psique, y mostrósela, diciéndole con mucho enojo, gimiendo y casi llorando, toda aquella historia de la semejanza envidiosa de su hermosura, diciéndole en esta manera:

«¡Oh hijo!, yo te ruego por el amor que tienes a tu madre, y por las dulces llagas de tus saetas, y por los sabrosos juegos de tus amores, que tú des cumplida venganza a tu madre: véngala contra la hermosura rebelde y contumaz de esta mujer, y sobre todas las otras cosas has de hacer una, la cual es que esta doncella sea enamorada, de muy ardiente amor, de hombre de poco y bajo estado, al cual la Fortuna no dio dignidad de estado, ni patrimonio, ni salud. Y sea tan bajo que en todo el mundo no halle otro semejante a su miseria.»

………..



El mezquino padre de esta Psique su desventurada hija, sospechando que alguna ira y odio de los dioses celestiales hubiese contra ella, acordó de consultar el oráculo antiguo del dios Apolo, que estaba en la ciudad de Milesia, y con sus sacrificios y ofrendas, suplicó a aquel dios que diese casa y marido a la triste de su hija y respondió: «Pondrás esta moza adornada de todo aparato de llanto y luto, como para enterrarla, en una piedra de una alta montaña y déjala allí. No esperes yerno que sea nacido de linaje mortal; mas espéralo fiero y cruel, y venenoso como serpiente: el cual, volando con sus alas, fatiga todas las cosas sobre los cielos, y con sus saetas y llamas doma y enflaquece todas las cosas; al cual, el mismo dios Júpiter teme, y todos los otros dioses se espantan, los ríos y lagos del infierno le temen.»





Metamorfosis. Libro IV, Capítulo V. Lucio Apuleyo




 


“Estando Psique muy temerosa, llorando encima de aquella peña, vino un manso viento de cierzo, y, como quien extiende las faldas, la tomó en su regazo; así, poco a poco, muy mansamente la llevó por aquel valle abajo y la puso en un prado muy verde y hermoso de flores y hierbas, donde la dejó que parecía que no la había tocado.”


Libro IV, Capítulo V.

 


“Psique, convidada con la hermosura de tal lugar, llegose cerca y con una poca de más osadía entró por el umbral de casa, y como le agradaba la hermosura de aquel edificio, entró más adelante, maravillándose de lo que veía. Y dentro en la casa vio muchos palacios y salas perfectamente labrados, llenos de grandes riquezas, que ninguna cosa había en el mundo que allí no estuviera. Pero sobre todo, lo que más se podría hombre allí maravillar, demás de las riquezas que había, era la principal y maravillosa que ninguna cerradura ni guarda había allí, donde estaba el tesoro de todo el mundo.”

Libro V, Capitulo I


 

DE LOS AMORES QUE CON PSIQUE TUVO EL DIOS CUPIDO
“... Ya que era noche, Psique se fue a dormir, y después de haber pasado un rato de la noche comenzó a dormir; y luego despertó con gran miedo y espanto, temiendo en tanta soledad no le aconteciese ningún daño a su virginidad, de lo cual ella tanto mayor mal temía, cuanto más estaba ignorante de lo que allí había, sin ver ni conocer a nadie. Estando en este miedo vino el marido no conocido, y subiendo en la cama hizo su mujer a Psique, y antes que fuese el día partiose de allí y luego aquellas voces vinieron a la cámara y comenzaron a curar de la novia, que ya era dueña.

De esta manera pasó algún tiempo sin ver a su marido ni haber otro conocimiento. Y, como es cosa natural, la novedad y extrañeza que antes tenía por la mucha continuación, ya se había tornado en placer, y el sonido de la voz incierta ya le era solaz y deleite”

Libro V, Capítulo I.









PERO PSIQUE NO ATIENDE LOS CONSEJOS DE CUPIDO…

“Muchas veces le amonestó y espantó que no consienta ni cure de buscar ni saber el gesto y figura de su marido, porque, con esta sacrílega curiosidad, no caiga de tanta riqueza y bienaventuranza como tiene: que, haciéndolo de otra manera, jamás le vería ni tocaría.”

“Cuando ya fue tarde que la noche se venía, vino el marido a la cama, el cual, de que hubo burlado con ella, comenzó a dormir con gran sueño. Entonces, Psique, sacando el candil debajo de donde estaba, lo tomó en la mano. Como ella alumbrase con el candil y pareciese todo el secreto de la cama, vido que era aquel hermoso dios del amor que se llama Cupido, el cual estaba acostado muy hermosamente; y con su vista alegrándose, la lumbre de la candela creció, y la sacrílega y aguda llama resplandeció.”


Libro V, Capítulo IV.



 



“Estaba ante los pies de la cama el arco y las saetas, que son armas del dios del amor; lo cual todo estando mirando Psique no se hartaba de mirarlo, maravillándose de las armas de su marido, sacó del carcaj una saeta, y estándola tentando con el dedo a ver si era aguda como decían, hincósele un poco de la saeta, de manera que le comenzaron a salir unas gotas de sangre de color de rosas, y de esta manera, Psique, no sabiendo, cayó y fue presa de amor del dios de amor: entonces, con mucho mayor ardor de amor, se abajó sobre él y le comenzó a besar con tan gran placer, que temía no despertase tan presto.

Estando ella en este placer herida del amor, el candil que tenía en la mano, o por no ser fiel, o de envidia mortal, o que por ventura él también quiso tocar el cuerpo de Cupido, o quizá besarlo, lanzó de sí una gota de aceite hirviendo, y cayó sobre el hombro derecho de Cupido.”

Libro V, Capítulo IV.  



“¡Oh Psique: yo, no recordando los mandamientos de mi madre Venus, la cual me había mandado que te hiciese enamorada de un hombre muy miserable de bajo linaje, te quise bien y fui tu enamorado; pero esto que hice bien sé que fue hecho livianamente! Y yo mismo, que soy ballestero para los otros, me herí con mis saetas y te tomé por mujer.”

De esta manera el dios Cupido, quemado, saltó de la cama, y conociendo que su secreto era descubierto, callando desapareció y huyó de los ojos de la desdichada de su mujer….
 

Libro V, Capítulo IV.

 
“Psique arrebató con ambas manos la pierna derecha de Cupido, que se levantaba, y así fue colgando de sus pies por las nubes del cielo hasta tanto que cayó en el suelo. Pero el dios del amor no la quiso desamparar caída en tierra, y vino volando a sentarse en un ciprés que allí estaba cerca,”
 

Libro V, Capítulo IV.



... Y PSIQUE ES ABANDONADA

Entre tanto, Psique, andando muy congojosa en busca de su marido Cupido, cercaba todos los pueblos y ciudades; pero él, herido de la llaga que le hizo la gota de aceite del candil, estaba echado enfermo y gimiendo en la cama de su madre.

“Acaso el dios Pan, que es dios de las montañas, estaba asentado en un altozano cerca del río: el cual estaba tañendo con una flauta


Cuando el dios peloso vio a Psique tan desmayada y así herida de dolor, que ya él bien sabía su desdicha y pena, llamola y comenzó a halagarla y consolar con blandas palabras, diciendo de esta manera:
«Doncella sabida y hermosa: como quiera que soy pastor y rústico, pero por ser viejo soy instruido de muchos experimentos; de manera que, si bien conjeturo aquello que los prudentes varones llaman adivinanza, yo conozco de este tu andar titubeando con los pies, y de la color amarilla de tu cara, y de tus grandes suspiros y lágrimas de los ojos, bien creo cierto que tú andas fatigada y muerta de gran dolor; pues que así es, tú escúchame y no tornes a lanzarte dentro en el río ni te mates con ningún otro género de muerte; quita de ti el luto y deja de llorar. Antes procura aplacar con plegarias al dios Cupido, que es mayor de los dioses, y trabaja por merecer su amor con servicios y halagos, porque es mancebo delicado y muy regalado.»”

Libro V, Capítulo IV.

 
“ Entre tanto, Psique discurría y andaba por diversas partes y caminos, buscando de día y de noche, con mucha ansia y trabajo, si podría hallar rastro de su marido; y tanto más le crecía el deseo de hallarlo, cuanto era la pena que traía en buscarlo, y deliberaba entre sí que si no lo pudiese con sus halagos, como su mujer amansar, que al menos como sierva, con sus ruegos y oraciones lo aplacaría”.

Libro VI, Capítulo I

 


“Entre tanto, Cupido estaba solo y encerrado en una cámara de las que estaban más adentro de casa: el cual estaba allí encerrado así por que la herida no se dañase, si algún mal deseo le viniese, como por que no hablase con su amada Psique.”

“…Pero Cupido, ya que convalecía de su llaga, no pudiendo tolerar ni sufrir la luenga ausencia de su amiga…”

Libro VI, Capítulos II y III



PSIQUE VUELVE A DESOBEDECER … ESTA VEZ A VENUS

“Yo quiero ahora experimentar tu diligencia. Toma esta bujeta, la cual le dio Venus, y vete a los palacios del infierno, y darás esta bujeta a Proserpina, diciéndole: Venus te ruega que le des aquí una poca de tu hermosura, que baste siquiera para un día, porque todo lo hermoso que ella tenía lo ha perdido y consumido curando a su hijo Cupido, que está muy mal, y torna presto con ella.

Pero sobre todas las cosas te apercibo que guardes una: que en ninguna manera cures de abrir ni mirar lo que traes en la bujeta, ni procures de ver el tesoro escondido de la divina hermosura.”

“«Bien soy yo necia trayendo conmigo la divina hermosura que no tome de ella siquiera un poquito para mí, para que pueda placer a aquel mi hermoso enamorado.»


Y como esto dijo, abrió la bujeta, dentro de la cual ninguna cosa había, ni hermosura alguna, salvo un sueño infernal y profundo, el cual, como fue destapado, cubrió a Psique de una niebla de sueño grueso, que todos sus miembros le tomó y poseyó, y en el mismo camino por donde venía cayó durmiendo como una cosa muerta.”

Libro VI, Capítulo III.

 

FINALMENTE EROS, JUPITER … Y VENUS, PERDONAN A PSIQUE

“Cupido, voló al cielo y suplicó al gran Júpiter que le ayudase, y recontole toda su causa. Entonces Júpiter tomole la barba, y trayéndole la mano por la cara lo comenzó a besar, diciendo: «Como quiera que tú, señor hijo, nunca me guardaste la honra que se debe a los padres por mandamiento de los dioses; pero aun este mismo pecho, en el cual se encierran y disponen todas las leyes de los elementos, y a las veces de las estrellas, muchas veces lo llagaste con continuos golpes del amor, y lo ensuciaste con muchos lazos de terrenal lujuria, y lisiaste mi honra y fama con adulterios torpes y sucios contra las leyes. Pero, con todo esto, recordándome de mi mansedumbre y de que tú creciste entre estas mis manos, yo haré todo lo que tú quisieres, y tú sépaste guardar de otros que desean lo que tú deseas.

Después que esto hubo hablado, mandó a Mercurio que llamase a todos los dioses a consejo”

“…Fue presto a socorrer a su mujer Psique, y apartando de ella el sueño, y lanzado otra vez dentro en la bujeta, tocó livianamente a Psique con una de sus saetas y despertola diciéndole:

«¿Aun tú, mezquina de ti, no escarmientas, que poco menos fueras muerta por semejante curiosidad que la que hiciste conmigo?...”

Libro VI, Capítulo III
 
“«Tú, hija, no te entristezcas por esto; no temas a tu linaje ni al estado del matrimonio mortal, porque yo haré que estas bodas no sean desiguales, mas legítimas o bien ordenadas como el derecho lo manda.»
 
«¡Oh dioses,! Vosotros todos sabéis cómo a este mancebo (Eros) que yo (Júpiter) crié en mis manos procuré de refrenar los ímpetus y movimientos ardientes de su primera juventud. Pero harto basta que él es infamado entre todos de adulterios y de otras corruptelas, por lo cual es bien que se quite toda ocasión, y para esto me parece que su licencia de juventud se debe de atar con lazo de matrimonio. Él ha escogido una doncella, la cual privó de su virginidad: téngala y poséala y siempre use de sus amores. »”

 
Dicho esto, no tardó mucho cuando vino la cena muy abundante, como a tales bodas convenía. Estaba sentado a la mesa Cupido en el primer lugar y Psique en su regazo. De la otra parte estaba Júpiter con Juno, su mujer, y después, por orden, todos los otros dioses.”

Libro VI, Capítulo III

“No temas a tu linaje ni al estado del matrimonio mortal, porque yo haré que estas bodas no sean desiguales.

Y luego mandó a Mercurio que tomase a Psique y la subiese al cielo”

Libro VI, Capítulo III




“Júpiter dio a beber a Psique del vino de los dioses, diciéndole:«Toma, Psique, bebe esto y serás inmortal; Cupido nunca se apartará de ti; estas bodas vuestras durarán para siempre.»

De esta manera vino Psique en manos del dios Cupido. Y estando ya Psique en tiempo del parir, nacioles una hija, a la cual llamamos Placer.”

Libro VI, Capítulo III